A falta de playas, niños de Saltillo improvisan albercas en parque público

A falta de playas, niños de Saltillo improvisan albercas en parque público

Los niños se divierten sin pensar en su salud

 

Para niños y jóvenes de la colonia Zapalinamé que no salen a vacacionar, su emblemático y antiguo lago artificial se convierte en una alberca y centro de diversión.

Aunque la fosa fue convertida en canchas de futbol en 2000, donde además, niños y jóvenes salen a jugar y pasear a sus mascotas, una toma de agua para abastecer a las viviendas de la zona se encuentra ubicada en el centro del parque. 

De acuerdo con los habitantes del lugar, los niños abren la válvula y se llena esa pila de agua convirtiéndola en una alberca comunitaria, con alrededor de dos metros de profundidad por cuatro de largo. 

Sin la necesidad de usar traje de baño, pagar una cuota como en los balnearios, la presencia de un salvavidas atento a cualquier accidente o toboganes para resbalarse, esta parte del parque se convierte en el chapoteadero más divertido que hayan visitado algunos niños hasta ahora. 

“Son los mismos pequeños los que abren la llave y se bañan en los días más calurosos”, comentó uno de los colonos, quien prefirió el anonimato, y aunque sabe que esa actividad contribuye a desperdiciar el agua para las viviendas, mientras nadie se responsabiliza de su pago, prefiere ver a los niños divertirse en el estanque improvisado que vandalizando las paredes del lago... o “en malos pasos”.

RIESGO SANITARIO 

Aunque el agua donde los menores se bañan proviene de una toma de agua, a su alrededor otros relieves que también forman parte del gran lago, albergan aguas negras estancadas desde hace meses, ramas, hojas de los árboles e incluso basura.

La lama que se produce puede representar un riesgo para los propios paseantes, pues genera fauna y tan solo el hecho de que permanezca estancada ayuda a la proliferación del mosquito transmisor del dengue.

Aunque existen rondines por elementos de la Policía Municipal, esta plaza pública ubicada en las calles Fray de Terrones y Melchor Múzquiz, no se encuentra a la vista de todos, propiciando así que no existan reportes de este hecho o prohibiciones, como en otras plazas públicas con grandes fuentes.

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