Ceremonial en la Peña Agujerada a 500 años de la llegada de Conín

Ceremonial en la Peña Agujerada a 500 años de la llegada de Conín

La Danza Azteca de Hércules y habitantes de la comunidad, que reconocen y están admirados de su belleza natural, subieron a la Peña Agujerada a resaltar a la roca milenaria en forma de arco.

La Peña Agujerada se encuentra dentro del Centro Ceremonial del Cerro Colorado de Hércules a la altura de la cuesta colorada y cuando Conín llegó a estas tierras del Tlaxco, al ver el río con aguas cristalinas, a los lados dos cerros con abundante vegetación y a los chichimecas, le puso a este lugar “La Gran Cañada” que abarca Hércules y La Cañada, el  Marqués, Querétaro. La Peña Agujerada se le imaginó el “Gran Juego de Pelota”.

Gustavo Pérez Lara Hernández destaca que: “Coni después llamado Conín,  en su juventud en el año de 1500 cuando contaba entre 15 o 20 años, antes de dedicarse a los quehaceres de la guerra y al comercio, gustaba de corretear y cazar a los animales, practicaba el juego de pelota, llamado Tlaxqui, es un juego milenario olmeca, después llamado por los mexicas Tlaxco, en el que se rebotaba una pelota de hule con la cadera  y con el impulso atravesar el aro de una roca, que estaba suspendida en lo alto de la pared, con un grado de dificultad que podría durar varias horas, hasta lograrlo.

Por eso este juego  era considerado un pasatiempo sagrado, reconocido y respetado por los espectadores de Cacaxtla donde vivía el joven Coni.

Debido a sus habilidades y destrezas  deportivas y su conducta ordenada y serena el joven Coni fue considerado jugador sobresaliente del Tlaxco, obteniendo el reconocimiento de los tlaxcatecas”.

La Peña Agujerada es la identidad de la comunidad de Hércules y la Cañada.

Ayer se  realizó una ceremonia con la Danza Azteca de Hércules con el humo del sahumerio dirigido a los cuatro puntos cardinales, un rito místico de oración profunda, donde se retoma el pasado en este paraíso de naturaleza viviente con nuestros antepasados, de las tribus chichimecas y otomíes.

 

Posteriormente se brindó a los invitados un taco de nopales en penca,  y expresaron sentirse motivados de vivir esta experiencia de cobijarse bajo el techo de la Peña Agujerada.

Por su historia es emblemática y maravillosa por su formación rocosa natural, es un deber de salvaguardar y conservar esta obra milenaria de la naturaleza.

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