Chiautempan es un caos vial y en seguridad - 1
Chiautempan es un caos vial y en seguridad

Chiautempan es un caos vial y en seguridad

Chiautempan es uno de los 3 municipios más peligrosos en incidencia delictiva en 2024 y 2025 y no lo dice este servidor, lo dicen las cifras.

Mientras en los informes oficiales se presume que Tlaxcala cerró 2025 con una reducción de casi 22 por ciento en la incidencia delictiva, en Chiautempan esa cifra suena a chiste de mal gusto, porque aquí la estadística baja es en el papel, pero el desorden sigue intacto en la vida diaria de los chiautempenses.

Los números estatales hablan de menos robos, menos homicidios, menos delitos en general. Pero los números municipales cuentan otra historia.

En 2024, Chiautempan cerró con 277 carpetas de investigación, colocándose entre los municipios con mayor incidencia delictiva del estado.

Ese era el punto de partida del gobierno de Blanca Angulo Meneses, no uno cómodo, pero sí claro, la obligación era corregir.

Pero Lo que ocurrió fue otra cosa, se administró el problema, se maquilló el discurso y se dejó que la realidad siguiera su curso.

Porque los delitos no desaparecieron, el robo cotidiano, el que se vive en colonias, calles y transporte, sigue siendo una constante, tan constante que dejó de denunciarse. Así como lo lee.

No porque no ocurra, sino porque la gente ya entendió que denunciar implica perder tiempo y no ganar nada, porque la justicia no llegará.

La violencia familiar se mantiene como un registro persistente, las lesiones siguen apareciendo mes tras mes y los homicidios, aunque estadísticamente “bajos”, siguen ocurriendo lo suficiente como para sostener el miedo como parte de la rutina.

Uno ya no sabe si son cuetes de la fiesta de algún santo o balazos los que se oyen.

Pero si la inseguridad pública ya era un foco rojo, la vialidad terminó de confirmar la incompetencia de quien administra el municipio sarapero por la construcción del puente elevado en la Vía Corta fue el detonante perfecto para exhibir un gobierno municipal ausente.

No hubo planeación vial, no hay señalización adecuada, no hay rutas alternas claras y mucho menos hay presencia de tránsito municipal.

Nadota. Cero. La cabecera municipal se transformó en un cuello de botella permanente, tráfico detenido durante horas, conductores desorientados, peatones cruzando a ciegas entre autos detenidos y otros que avanzan sin saber por dónde. Y eso que no estamos hablando de los días domingo que vienen los turistas a realizar sus compras.

El resultado fue predecible, accidentes, choques, golpes y hasta un atropellado en uno de los accesos más transitados del municipio, justo en la entrada del supermercado Chedraui.

No fue un hecho aislado ni una casualidad, fue una consecuencia directa de la omisión, de no anticipar, de no estar, de no asumir que una obra de esa magnitud exige control, prevención y presencia permanente de autoridad municipal.

Aquí no la hubo. Ni antes. Ni durante. Ni después. Nunca la habrá, pues a la alcaldesa Blanca Angulo Meneses, le es más importante andar sacándose la foto, organizando eventos mediocres para darle pan y circo a los chiautempenses.

El mensaje del gobierno de Blanca Angulo es brutal en su claridad, en Chiautempan, cada quien que se las arregle como pueda, lo mismo para la seguridad pública que para la seguridad vial, lo mismo para el peatón que para el automovilista, lo mismo para la víctima de un robo que para quien pierde horas atrapado en el tráfico sin una sola indicación oficial.

La alcaldesa podrá escudarse en que el puente es una obra federal o estatal. podrá hablar de coordinación, de competencias compartidas, de responsabilidades ajenas, pero la calle no entiende de tecnicismos administrativos, la seguridad vial también es seguridad pública y cuando un municipio permite accidentes previsibles, también está fallando en su obligación básica de proteger a su población.

Chiautempan hoy es un municipio donde te roban porque no hay policía visible y donde te atropellan porque no hay un tránsito en la esquina.

Un municipio donde la autoridad no aparece ni para prevenir ni para reaccionar, y frente a eso, silencio.

Chiautempan es un pueblo de nadie, en el que predomina la normalización del caos.

Gobernar no es inaugurar obras ni posar para la foto ni repetir discursos de coordinación, gobernar es anticipar el riesgo y asumir la responsabilidad cuando el riesgo se materializa.

En Chiautempan el riesgo se dejó crecer en las calles, en los cruces, en las cifras y en los hechos.

En ese municipio de lo que hablamos es de incompetencia de un gobierno municipal que no está a la altura de la responsabilidad que le fue entregada en las urnas.

En enero de 2025, Tlaxcala registró 255 delitos, entre ellos 10 homicidios dolosos, un feminicidio, 60 robos de vehículo, 26 robos a casa habitación, nueve robos a negocios y 12 robos de motocicleta.

Pero el problema no terminó ese mes.

De enero a agosto de 2025, el estado acumuló 1,753 delitos, con 71 homicidios dolosos, robos constantes y delitos como violencia familiar, lesiones y narcomenudeo presentes durante todo el primer tramo del año.

Las cifras estatales bajan en el papel, pero los delitos no desaparecieron: se sostuvieron mes con mes, especialmente en municipios con alta incidencia histórica como Chiautempan.

En Chiautempan el problema no es sólo lo que aparece en las estadísticas, el verdadero desastre es lo que no aparece.

La llamada cifra negra —los delitos que no se denuncian o no llegan a carpeta de investigación— es el gran elefante en la sala del gobierno municipal de Blanca Angulo Meneses.
Ese dato que nadie quiere ver, ese que explica por qué la gente vive con miedo aunque el papel diga otra cosa, el que la autoridad desestima, pero que es la realidad de la desconfianza social en sus autoridades municipales, en sus policías, en su presidenta municipal, en todos aquellos que deberían intervenir para la procuración de la justicia..

En Tlaxcala, de acuerdo con los últimos datos de victimización, el 91.8 por ciento de los delitos no se denuncian.

Eso no es una anomalía técnica, es la respuesta social ante la corrupción, la indiferencia y la ausencia de impartición de justicia.

La gente no denuncia porque no confía, no denuncia porque no ve resultados, no denuncia porque sabe que perderá tiempo, dinero y paciencia para terminar en nada en el mejor de los casos, porque al contrario, los parientes y cercanos a los delincuentes los confrontan a la salida de las audiencias, los amenazan y los intimidan, sin que la supuesta autoridad los proteja.

Y Chiautempan concentra todas las razones para no denunciar, colonias donde el robo es cotidiano, calles sin patrullaje, respuesta policial tardía o inexistente y una autoridad municipal que habla de seguridad, pero no la ejerce.

En municipios como Chiautempan, donde históricamente la incidencia delictiva ha sido alta, la cifra negra no es marginal, es estructural.

Es el síntoma de un gobierno que no genera confianza ni condiciones mínimas para que la gente acuda a denunciar.

Cuando un municipio presume tranquilidad sin atacar la cifra negra, lo que hace no es gobernar:

administra el silencio.

Y ese silencio es peligroso.

Porque mientras el delito no denunciado no existe en el papel,
tampoco existe en la planeación, ni en la prevención, ni en la estrategia de seguridad.

La cifra negra en Chiautempan no es un error estadístico, es un fracaso político.

Un fracaso que se paga todos los días en las calles, en las casas,
y en la decisión colectiva de callar porque denunciar ya no sirve.

Eso es lo verdaderamente grave, y eso es lo que el gobierno municipal no quiere enfrentar.
 

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Alejandro Aguilar Gómez, licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Altiplano, es periodista y empresario de medios con más de tres décadas de trayectoria. Fundador y CEO de Grupo Monitor, dirige los portales digitales Monitor Xpress y MX en la Noticia. Ha sido jefe de información en prensa escrita, director de noticiarios radiofónicos y consultor en marketing político y comunicación estratégica. Es Presidente Fundador del Colegio de Periodistas y Comunicadores de Tlaxcala A.C. (2025-2029) y ha recibido 2 Doctorados Honoris Causa por su contribución al periodismo en México (UDS Global University campus Nuevo León y Colegio de Periodistas de Tamaulipas). Reconocido especialista en comunicación social, marketing digital y gestión de crisis, combina la praxis periodística con la consultoría política y la innovación en tecnologías de opinión pública.

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