Día del periodista, mensaje tan frío como sus chilaquiles

Día del periodista, mensaje tan frío como sus chilaquiles

Una miserable mochila escolar de 320 pesos y un desayuno de no más de 150 es lo que le cuesta a la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar Cisneros, mantener contentos a un puñado de comunicadores oficialistas para que estén contentos, la mayoría de ellos con sus “convenios” de 4 mil pesos mensuales más IVA para que todos los días, “cubran” con sus teléfonos y transmitan en Facebook live, las actividades de su día a día.

Si eso es libertad de expresión, ahora entiendo por qué estamos como estamos.

La otra cara de la moneda es el desdén y marginación que viven los medios de comunicación críticos al sistema, ese que le llaman de la nueva historia, como si Tlaxcala hubiese sido refundado con su llegada al poder.

No todos los periodistas fueron convocados a la comilona en la Casa de Gobierno el lunes 3 de julio, esa que en campaña había comprometido a hacerla la casa del pueblo (Ajá), incluso los enlaces de comunicación, que en administraciones anteriores eran directores de comunicación, tampoco fueron convidados a su convivencia de “panzas agradecidas”, así se les ha llamado desde la época en que Raymundo Vega y Crespo, fue Coordinador de Información y Relaciones Públicas del Gobierno del estado (CGIRPGET) —No se llama prensa de gobierno, ni dirección de comunicación social como escriben en sus reseñas algunos— en la administración de José Antonio Álvarez Lima, que fue cuando lo conocí y cuyo despacho salían y se proliferaban rencillas y pleitos hacia periodistas, directivos y empresarios de medios, pero siempre, con el respeto institucional que eso conllevaba.

Y es que sólo hay agradecimientos en el discurso de la titular del ejecutivo estatal a condicionales que publican que todo es color de rosa, los que no hablan de la corrupción en la asignación de obra pública, de los que no dicen que la asignación de contratos viene por dedazo de su despacho y se entregan vía oficialía mayor, que en la secretaría de gobierno se destinan recursos para la campaña de Adán Augusto López, que hay denuncias de sus subalternos por desvío de recursos en el OPD Salud de Tlaxcala, o que tienen denuncias por fraude o tienen juicios activos por no cumplir con sus obligaciones paternales al cubrir pensiones alimenticias.

La cloaca da para mucho más, inclusive, si hablamos de la basura esa que le dan a los niños de educación básica y que le llaman desayunos escolares fríos, ni hablar de los reactivos, placas y demás insumos del ITAES, pero eso sí, el secretario Rigoberto Zamudio Meneses, presumiendo casona y perros de raza que comen mejor que los vigilantes de la empresa de seguridad privada de su cuñado Raymundo Vázquez Conchas que tiene de prestanombres a dos poblanos de medio pelo.

O qué me dice usted del director de ecología que despacha desde la ciudad de México, que ni hace parada en Tlaxcala, ¿Recuerda usted el incendio que duró 10 días en el tiradero de basura de Panotla?, si, ese que se apagó solo, porque ni protección civil fue convocado, ni tampoco hubo reporte de los gases tóxicos que pueden ocasionar cáncer de pulmón en quien los aspiró.

Pero eso sí, el respeto a los que se comieron sus chilaquiles rojos —fríos por supuesto— su jugo de naranjas amargas o su café que parecía agua de calcetines, esos sí tienen garantizados sus derechos y su libertad de expresión.

“Son una pieza fundamental para difundir todo lo que hemos hecho en esta transformación”, dijo la susodicha que mantiene en sus filas a un pseudo foto periodista llamado César Quiñones Durán, acusado en reiteradas ocasiones por jóvenes tlaxcaltecas a quienes llegó incluso a hackear sus cuentas de redes sociales.

Lorena Cuellar, se rodeó de las dirigencias de las organizaciones de periodistas en el paupérrimo desayuno que les ofreció, al departir, se evidenció la sumisión de algunos representantes del gremio periodístico, en el que no hubo manotazos sobre la mesa.

Los representantes de los medios, ignoro si hubo directores o empresarios, pero sí hubo muchos comunicadores, algunos que no sé si llamarles reporteros, pero todos se fueron con un estómago lleno y felices con sus mochilitas escolares.

Y no, no hubo manotazos sobre la mesa, no hubo quien defendiera a la prensa crítica, tampoco hubo señalamientos de corrupción a sus servidores públicos, porque funcionarios no son, más bien yo les llamaría saqueadores de la nación, pero en todo caso, el clima fue superficial, como si un acto de vanidad política se tratara.

El chayoteo institucionalizado es tan barato, que algunos hasta se prestan para ser orejas de la gorda cornuda de la CGIRPGET y de la Dirección de Gobernación del gobierno del estado, penoso es que en vez de aprender el noble oficio del periodismo, vendan su dignidad como si se tratara de una nueva descendencia de los Judas de los medios.

Así que, el festejo del Día del Periodista en Tlaxcala, mejor deberían llamarlo el festejo del día de la gobernadora en medios pagados, porque periodista es el que incomoda, no el que obedece a ojos cerrados. Esos se les llama publicistas, community managers, ni siquiera son creadores de contenido.

Las indicaciones que se les da desde la oficina de la vulgar titular de su Coordinación de Información que, sea dicho de paso, ni estrategia ni control tiene de nada, sólo es una grotesca imagen de la corrupción que, como las ratas, ha hecho un boquete en el costal de recursos financieros que ejerce desmedidamente desde que llegaron ustedes al poder.

Así que sólo deberían considerar que muchos servidores públicos llegarán a dónde están los actuales, a ocupar esas sillas que, a muchos, les quedaron inmensamente grandes y que, en esta rueda de la fortuna, llamada vida, a veces se está arriba y a veces, en la cárcel, perdón, quise decir, abajo.

FICHAS ROJAS DE PERIODISTAS.

Y mientras nosotros comentamos estas nimiedades de la libertad de expresión, ya el gobierno del estado a través del inútil secretario de Gobierno, Sergio González Hernández y su achichincle, un pseudo cristiano de nombre Víctor Manuel Ávila García, dizque titular de la oficina local para la protección de personas defensoras de DDHH y periodistas, andan muy “ágiles”, (sea leído en medio de risas) para integrar las fichas rojas de los periodistas de Tlaxcala, con nombre fotografía reciente y demás datos biométricos que les permita su imaginación, porque criticar al gobierno en tiempos de la 4T, es ponerse una diana en la espalda.

PUNTO Y APARTE.

Desde aquí un caluroso abrazo y felicitación a la colega periodista huamantleca, María Elena Lucía Muñoz Rodríguez, quien recibirá la presea Miguel N. Lira que otorga el Congreso del Estado de Tlaxcala en su edición 2023.

OTRA DE PERIODISTAS

Pareciera que una regla es que el dinero corrompe y no, no me refiero a Liliana Becerril, ex candidata que se clavó la lana de los padres de familia de la técnica 1, de la capital, sino más bien, a un dirigente de cierta asociación de periodistas que está a punto de regar el tepache.

En mi próxima entrega les informaré con nombres, montos y circunstancias.

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