Morena y su desencanto 21

Morena y su desencanto 21

Por Hiram Benítez Ríos 

 

Los cuadros talentosos por Tlaxcala habrán en próximos días redoblar extraordinarios esfuerzos dónde principalmente se combinen con exactitud la grandeza de sus precandidatos a puestos de elección popular; que representa morena, un partido qué desde sus orígenes significa un espacio de expresiones urbanas. Sin permitirse en su desafió natural la promesa incumplida de no otorgar un voto de confianza en ellos mismos.

Su deseo ferviente como la chispa que enciende, desde el volcán Popocatépetl; la ruidosa avenida de simpatizantes que en su nueva aventura electoral, han permitido desafiar a un electorado cansado de lo mismo.

La frescura pareciera un desencanto universal acerca de lo qué representa para su propia ideología y convicción, una propuesta sin la mínima calidad moral para tener que representar a partir del 2018 a la fecha; un logro que sin la mínima duda se convierte en ese calificativo de asombro bajo la neblina de misterios para un cercanísimo proceso electoral 2021.

Es un hecho sin corona pensar que la dirección disfrazada de lo mismo pudiera revolucionar un destello de celebridades qué pueda considerar los esquemas y diseños pertinentes en unas encuestas adelantadas y donde además se esté otorgando en su ruidoso camino la tremenda coincidencia para afirmar morena pueda en su conquista limitada llevarse un porcentaje alto, desde la propia gubernatura, presidencias municipales, diputaciones locales y presidencias de comunidad de triunfos. Lo verdaderamente incierto merece un capitulo denominado «la flota imperfecta de un partido en transformación».

Sí, la eficacia en sus movimientos desalineados esté provocando incertidumbre y nostalgia en repetirse las preguntas siguientes:

¿Es una oferta necesaria la que necesita morena para comprender su efectiva penetración para ser aceptado por las clases más necesitadas ?

¿Qué tipo de valor moral puede estar causando entre la opinión pública que un ejercito de  los llamados olvidados se sirva en desmentir que al interior de morena; las condiciones anímicas estén presentando un tipo de efecto contrario respecto de sus nuevas reglas de operación? .

¿Es avasallador que la presencia de su candidata a la gubernatura del estado, éste en manos de una mujer que sólo busca disfrazar un interés personal respecto de los requerimientos urgentes que necesita una sociedad civil ?

Podrían abarcar desde su propia voluntad ciudadana miles de interrogantes basados en la «Cultura del engaño» porque si algo es fundamental parafrasear la atención ciudadana consiste en observar en sus cuatro sentidos un rostro sin argumento ni propuesta electoral 2021.

Las emociones de querer abanderar un pensamiento de izquierda no solo provocaría entre sus estructuras básicas del propio partido morena un desafío, sino que también resurgiría un doble lenguaje que; confundiría en primera instancia, la Iniciativa de NO comprender la riqueza natural de su ideología de convencimiento; que tuvo hace 18 años a la fecha Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

La nobleza a sus actos por precandidatos olvida que los intereses adquiridos fueron la suma de18 años que le permitió al mismísimo López Obrador; llegar cómo presidente avalada por en su máximo esplendor por una esperanza.

La cuarta interrogante no cumpliría entonces, un desafío social cuándo todavía la sensatez, humildad y penetración en su discurso para los cientos de precandidatos a puestos de elección popular aún no cumple con lo mínimo que morena, partido en el poder requieren urgentemente sus propias estructuras.

Como diría la palabra mágica de Álvarez Lima, «la moneda está en el aire» .Más aún sería aventurado pensar por un segundo que después de la visita presidencial a Tlaxcala este viernes 12 de Febrero de 2021, las condiciones estén presentando desde la propia gubernatura, presidencias municipales, diputaciones locales y presidentes de comunidad un factor de unidad y la democracia, un consenso ciudadano.

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