Protestantes chamaqueados

Protestantes chamaqueados

Nuevamente este día, los protestantes sindicalizados burócratas y pensionados del Sindicato 7 de Mayo junto a maestros sindicalizados de la Sección 55 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), salieron a las calles de la capital.

Como siempre, cientos y cientos de granaderos desplegados, pero ahora sí, sin toletes, escudos ni cascos, total, la mayoría de los manifestantes fueron personas de la tercera edad.

Mientras escribo esto, alrededor de las 12:30 horas de este martes 1 de agosto, una comisión de dirigentes sindicales fue recibida en palacio de gobierno, pero no por la gobernadora, según denuncia una activista, Lorena Cuellar Saldría por la puerta de atrás “como una ladrona” (Sic).

Tal vez dicha comisión fue atendida por el aletargado Secretario de Gobierno, que entre bostezo y bostezo medio entenderá las circunstancias y razones por la cual, los sindicalizados en activo se manifiestan en contra de la privatización de los servicios médicos de Pensiones Civiles del Estado, que no se cansan de decir que está en bancarrota, que al igual que Pemex, siguen sangrando eternamente sin que se agote su fuente de ingresos.

La razón por la cual, estimado lector, entre usted, nosotros y mucho más tlaxcaltecas se han visto afectados desde ayer por estas manifestaciones tienen su sustento en lo siguiente (para entender el caso):

  1. El Gobierno del estado privatizó a partir de hoy los servicios de salud de sindicalizados estatales concesionándolos a una empresa particular que para dar el servicio, subcontrató a otras empresas.
  2. No hubo proceso de licitación, sólo participó una empresa, la adjudicada con el jugosísimo contrato de salud.
  3. Los medicamentos que surtirán las farmacias de Pensiones Civiles, a partir de hoy serán genéricos, ya no de patente como antes.
  4. Los servicios de especialidad serán atendidos en una clínica de “alta especialidad” en la CDMX que no tiene ni referencias ni prestigio ni nada.

Detrás de todo esto, sigue en la opacidad la razón real por la cual se privatizó el servicio de salud de los pensionados y jubilados de pensiones civiles del estado, pero lo que sí es cierto, es que alguien se está llevando jugosas ganancias al menos en cambiar medicamentos de patente por los genéricos y en la confusión, alguien en el gobierno del estado, le quiere ver la cara de idiotas a los ciudadanos.

Mire usted, las malas formas de administrar los recursos del estado, que no son otros que de los tlaxcaltecas, producto de los impuestos obligados que pagamos mes a mes, deben de transparentarse, no son recursos de la gobernadora, ni de su secretario de gobierno o de su titular de finanzas, es dinero de TODOS.

Y si usted se siente ofendido porque se le dice que es un imbécil al seguir creyendo que los programas sociales los otorgan porque el gobierno es bueno, pues es doblemente imbécil, porque el dinero es de TODOS los mexicanos y ellos tienen la obligación de entregarlo y no lo hacen por buenas gentes, sino porque ven en usted solamente una cosa: Su voto.

Y esto no es exclusivo del partido que nos gobierna, ni de la clase política corrupta que se encuentra en el poder, es de todos los partidos y perdóneme una vez más por faltarle al respeto, pero, el permanecer sentado, quejándose de las acciones de los manifestantes y del gobierno no resuelve nada si sigue votando por quienes nos tienen así.

La inacción social es el peor enemigo de mexicanos, Tlaxcala es sólo el botón de muestra, es el ejemplo claro de que las mejoras en la vida de todos y la auténtica justicia social es cuando se abate la pobreza de los más jodidos de este país.

La culpa no es de los gobiernos o de los partidos en el poder, usted, que está sentado, solamente quejándose mientras estira la mano para recibir una limosna del poder disfrazada de programa social, tiene la culpa del número tan alto de muertes violentas en el país, de políticos enriquecidos con cifras estratosféricas y escandalosas que no alcanzarán a gastarse en 5 generaciones (malditas por cierto).

Usted tiene la culpa por ser conformista, por no enseñarle a pensar y a reflexionar a los que tiene a su alrededor.

Usted, mi estimado lector, sea quien sea, tiene la culpa de que este país, sea la porquería de la que se queja.

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