Regateo

Regateo

Por: Edgar Ramón Conde Carmona

 

Gobernar, definitivamente, no es una tarea fácil.

Desde el primer día de su gobierno, la presente administración municipal de Huamantla ha logrado metas encomiables.

Por ejemplo, entregó a la Coordinación Municipal de Protección Civil una ambulancia, y recuperó una camioneta de lujo, que estaba a disposición del anterior presidente municipal, para trabajos de seguridad.

En la misma tesitura, se puede mencionar que el gobierno que encabeza Salvador Santos Cedillo, logró generar una impronta positiva con los adornos luminosos relativos a las fiestas patrias.

Recordemos que, para cumplir un compromiso de campaña, el alcalde huamantleco instruyó a sus colaboradores, a regresar al centro los servicios administrativos que habían sido removidos en un edificio localizado sobre el bulevar Cuamanco

Nadie puede regatear las cosas positivas.

Sin embargo, la pésima estrategia de comunicación que maneja este gobierno municipal lo ha puesto, a un mes de haber iniciado funciones, contra la pared.

Fallas garrafales sobre un tema sensible, como es la falta de agua potable, dejaron en entredicho la eficacia y la eficiencia del actual gobierno.

Cientos de personas descalificaron los esfuerzos de la administración de Salvador Santos, porque no hubo una comunicación adecuada y la que hubo fue errática, lo que desesperó a miles de usuarios.

La novatada se la ganó a pulso el área de seguridad. Pese a los dichos del mandatario municipal, la alteración del “debido proceso” en un arresto por robo, tambalea gravemente la administración de justicia.

Ese sencillo error, puede lograr que quienes cometieron un ilícito y fueron capturados en tiempo, estén libres de pecado por no cumplir el protocolo correspondiente.

Un vídeo que circula en redes sociales, muestra a un efectivo de la policía municipal que habría acosado sexualmente a un menor de edad… y hasta el momento, no ha habido posicionamiento de la autoridad municipal.

Los errores están empañando, sin duda alguna, los aciertos de una administración.

Es el costo de mantener en la vocería, a un incondicional del gobierno antecesor. Y ello corrobora que gobernar, no es, definitivamente, una tarea sencilla.

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