Una persona de buena estrella

Una persona de buena estrella

Esperar lo inesperado, sorprenderse a cada momento y mirar con incredulidad cada instante … pudieran ser constantes en nuestra aventura llamada “vida”.

Nunca habrá certeza de nada ni de nadie. Bajo este contexto, es posible que en cualquier momento y de la nada, surjan factores que lleven a otro caudal el río, por más que nos repitamos que está muy avanzada la trama.

En función de ello y considerando que es lo único seguro que tenemos … ¿por qué no vivimos con la convicción de ser la mejor versión de nosotros a cada paso?

Reconociendo el valor espiritual de la etapa siguiente a la muerte … ¿por qué no transformar está vida en el paraíso que deseamos? … ¿qué nos detiene a ser en todo momento virtuosos? … ¿por qué no trascender desde ahora con nuestras acciones?

Quizás no tengamos el físico de los protagonistas de las películas o su talento; pero sin duda, tenemos muchísimas fortalezas y virtudes que nos pueden hacer felices para nosotros y para quienes nos rodean.

No conocemos el tiempo que estaremos con los demás, pero si podemos asegurar que la calidad de éste siempre corresponderá al máximo que podemos dar.

No seremos el sol para todos, pero estamos seguros de que, si nuestra plenitud ilumina nuestros pasos y ésta puede ser un referente para otros, sean o no amados por nosotros, estaremos en el camino convertir en cielo nuestra vida terrenal.

Tal vez ahora sea el mejor momento para considerar que somos capaces de transformar el mundo. Después de todo … ¡Somos personas de buena estrella!

Hay una expresión que señala que “quien anda con lobos a aullar se enseña”, quizás sea oportuno reescribirla de la siguiente manera: “toca tu arpa y tendrás una compañía de ángeles. ¿ESTÁS LISTO PARA ILUMINAR TU MUNDO?

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